6 de marzo de 2007

Makuc

Yo me muero como viví
El Necio, Silvio Rodríguez

Estoy más triste que la chucha. El lunes, a las 8 AM, mientras en Valpo yo matriculaba a mi hijo Alonso en un colegio que él me había recomendado, en Santiago moría uno de mis grandes amigos: Makuc.

Inseparable, junto a otros 6 pasteles, en la U durante 5 años. Compañero de ideología y de sueños, por siempre.

Lo conocí el '97. Yo tenía 24, él 18. Hoy cumpliría 28. No alcanzó. Una mala jugada del destino, de Dios, de la vida, qué se yo..... lo hizo partir antes.

La dura locos. Cierro los ojos y veo ese rostro con sonrisa blanca, lentes de carey, casi siempre jeans y sus chalecos de abuela. Caminando con una bolsa de paltas recién compradas en Pirámide, en Valpo, donde siempre nos encontrábamos camino a casa y compartíamos la conversa habitual sobre las últimas news de nuestros amigos; las críticas al fucking sistema, a la parafernalia del consumo o al carerrajismo de la Concerta.

Ya no lo veré más, pienso, y me saltan lágrimas. No tengo vergûenza de llorar. Nadie podría tenerla al recordar a un ser tan piola, humano, sensible, ingenuo, soñador. Quiero llorármelo todo. Romper con la abulia del cotidiano que no permite llevar el duelo como corresponde. Sí, como todos los días, mañana iré a la pega, comeré, dormiré, seguiré amando con locura a mis hijos y a mi Mary, extrañaré a mis viejos, me reiré con Taco, tomaré un café con Pato: pero, chucha loco, no seré el mismo. Lloraré sin pudor cada vez que me den ganas, me pegaré pensando en todas esas weás que pasamos, estrujaré mi memoría para hacer saltar aquellos recuerdos medio extraviados donde él esté, llamaré a mis amigos para saber cómo están y los querré a la altura de lo que se merecen. Eso me queda. Por una lado, el recuerdo que se asocia a esta pena que siento y que quiero sentir. Por otro, la lección de que la gente a la que se quiere merece nuestra atenciòn, la preocupación constante.

Hermanos míos -Claudio, Rodrigo, Angelo, Esteban, Ricardo, Hernán- hago mías las palabras que dijo la Carola ayer. Lo que nos queda es que quienes nos conocimos alrededor de nuestro Makuc, nos sigamos queriendo en su memoria.

Lo mismo pa' todos mis otros amigos que no lo conocieron: Pato, Paula, Nino, Lautaro, Rodrigo, Jani, Marcelo, René, Pati, Vero, y que me perdonen de los que no me acordé ahora. Los quiero.

Lo mismo para ti amor Mary, para mis hijos Alonso, Camila y Javiera; y mis padres Manuel y María. Los amo.

Estoy más triste que la chucha. Quiero aprender la lección. Perdonen lo personal. Dale Makuc!!

Manuel